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martes, 19 de octubre de 2010

LA REFINERÍA DE ESMERALDAS ESTUVO A PUNTO DE COLAPSAR.

Una mala reparación en la unidad considerada el corazón de la refinería de Esmeraldas (la más importante procesadora de crudo del país), estuvo a punto de causar un colapso que pudo terminar en catástrofe.

La empresa ecuatoriana Santos CMI realizó un mal trabajo de reparación en el riser (elevador de la FCC, Unidad de Craqueo Catalítico Fluido) y por esa intervención la planta tuvo que apagar motores nuevamente en agosto para volver a ser intervenida en esa pieza.

De no detectarse el problema a tiempo hubiese causado daños de innumerables consecuencias, según Petroecuador.

En marzo pasado, la petrolera pública programó la para total de la refinería por mantenimiento, uno de ellos era la rehabilitación de la FCC. Para ello, Petroecuador contrató a Santos CMI por $ 600 mil.

Cuando finalizó la reparación y se encendieron motores, técnicos de la refinería detectaron que la temperatura de la unidad subía más de lo normal.

Tres meses después (20 de agosto) decidieron volver a apagar la planta para inspeccionar la falla; se encontraron con “una situación alarmante”, indicó Nelson Chulde, encargado de las operaciones.

El trabajo a realizarse era mayor que el primero, pues en la reparación del riser se utilizaron láminas de acero que no tenían especificaciones del caso, consta en un acta de trabajo a la cual tuvo acceso este diario.


Así, la reparación que debió durar tres años no soportó ni tres meses. El perjuicio no fue solo ese. Durante el tiempo que la refinería estuvo apagada por segunda ocasión, el fisco tuvo que desembolsar más dinero para importar combustible adicional, con el fin de satisfacer la demanda interna para evitar un agudo desabastecimiento.

La reparación se tornó urgente y se contrató sin concurso a Lumoil, que también había ofertado en marzo la reparación del FCC a un precio similar a Santos CMI, para que “efectúe los mismos trabajos de reparación del tramo externo del riser”, dejaron sentado en el acta las autoridades y técnicos que inspeccionaron la obra.

Ese contrato corre por similar precio, que saldrá del Estado, según la estatal, ese valor se recuperará porque se tramita la garantía de la obra.

Guillermo Domínguez, vicepresidente de operaciones de Santos CMI Ecuador, dijo que “sorprende la forma en que Petroecuador ha concluido que el problema es consecuencia de un trabajo mal ejecutado” y que debe analizarse si fue causado por el material refractario provisto por Petroecuador, por un inadecuado proceso de curado o de operación, que compete a la petrolera, o por un problema de instalación del refractario, este sí a cargo de Santos.

Además indicó la garantía corresponde al material refractario, que no lo puso Santos sino fue dado por Petroecuador.

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